Una vez más, el miércoles pasado asistí al desfile para conocer las tendencias de moda para este otoño de la mano de El Corte Inglés.
De la mano de WHY NOT y sus modelos, descubrí que este otoño viene marcado por looks vibrantes, toques bohemios de estampados barrocos, bordados y acabados envolventes, tejidos de tradición nocturna que brillan a plena luz del día, como los terciopelos, lamés o encajes que se mezclan con microestampados y denim en mezclas inusitadas con aires retro, además de una obsesión por los detalles que se materializa en un protagonismo muy destacado para los accesorios, como las botas patchawork, los collares maxi o los bolsos en bandolera, que son un imprescindible para la nueva temporada.
Otras propuestas que ví sobre la pasarela son los motivos laborales inspirados en la sastrería masculina y el minimalismo de los años 90, un estilo más rebelde para la mujer, con cazadoras denim parcheadas, sneakers, pantalones de camuflaje o cazadoras bomber o, por supuesto, tendencias muy femeninas, como el ‘juego de damas’ en rojos, blancos y negros sobre tejidos nobles, o el alto magnetismo de los colores oro, rosa y plateado en formas geométricas con cortes de gran pureza de líneas.
Para momentos en los que prima el confort, El Corte Inglés propone una tendencia bohemia con vestidos etéreos, la suavidad de la piel vuelta o maxicárdigans de punto con aire artesanal, o una propuesta más hogareña con prendas holgadas en algodón y lana en tonos neutros que visten con exquisita simplicidad la primera aproximación al frío.
En cuanto al calzado, los grandes creadores italianos han apostado para esta temporada por aterciopelados, superficies brillantes y brocados, sneakers para las ocasiones informales, mocasines o botas con detalles metalizados que hacen del exceso la máxima.
La sorpresa fue que desfilaron también 4 jugadores profesionales de rugby de Valladolid, dos del Salvador y dos del Quesos.
