La fotografia de viajes es una de las disciplinas fotográficas que más me gusta, porque me gusta la fotografía y me gusta viajar, simple, no? Aunque no me dedico a ella profesionalmente, intento practicarla siempre que puedo.
En este ocasión, me desplacé hasta Orense con dos motivos fundamentales : bañarme en las termas y hacer un recorrido por la Ribeira Sacra. Lo de las termas estuvo genial de nuevo, y la Ribeira Sacra …. ahora opinaréis vosotros mismos.
Uno de los pueblos que comencé visitando fue Ribadavia, que aunque no pertencece a la Ribeira, está al ladito y quise parar.
Ribadavia es un municipio español situado en el suroeste de la provincia de Orense, en Galicia, y perteneciente a la comarca del Ribeiro. La etimología de su nombre significa «a orillas del río Avia», en su versión romana abobriga o latina Rippa Avie.
De camino a la Ribeira Sacra el primer destino fue Esgos para ver el monasterio de San Pedro de Rocas. Es el conjunto monacal de más antigüedad de Galicia y el único donde se conserva parte de su estructura original, unas cuevas artificiales excavadas en la roca que sirvieron de capilla y cabecera a una iglesia medieval. Un ejemplo singular de iglesia rupestre excavada bajo el monte Barbeirón.
La iglesia, que data del siglo XII, tiene sus tres naves y la cabecera excavada en la roca. Las naves en realidad son sendas capillas separadas por arcos (la de la derecha es difiere de las otras dos y puede haber sido añadida con posterioridad) que reposan sobre columnas cuyos fustes y capiteles han sido tallados directamente en la roca. La nave central es más ancha y larga que las laterales. En su suelo hay cinco tumbas, una de ellas con forma antropomorfa. En el techo hay un respiradero por donde entran luz y aire, como si de una falsa cúpula con linterna se tratara. El techo de todas las capillas simula ser bóveda de medio cañón.
La cabecera de las naves está formada por ábsides en semicircunferencia. En el central se conserva el altar y a su lado se halla una reproducción de un cristo románico. Unas hornacinas en arco de medio punto adornan varios puntos de las capillas. Se sabe que la capilla de la derecha estaba dedicada a san Antonio Abad.
En la entrada de las naves, embebidos en la roca se encuentran dos sepulcros, que una leyenda asigna a Gondamáriz y el de Oveco Seixas que murieron luchando contra el rey Bermudo II.
Tras la iglesia, y atravesado el arco en el que se asienta el campanario, se accede a la derecha al recinto del antiguo cementerio parroquial, que fue habilitado en el siglo XIX, del que sólo queda un conjunto de seis nichos ya abiertos. En este solar se asentaban las dependencia del antiguo conjunto monacal medieval. Junto a la entrada del cementerio comienza una calzada, por donde se accedía antiguamente al lugar, que lleva a la llamada «Fuente de San Bieito» o San Benito, que según el decir popular sus aguas curan las verrugas.
El campanario está conformado por una espadaña de dos huecos que se alza sobre un arco de de piedra natural de 14 metros de altura. Esta, junto con el muro donde se abren las naves excavadas en la roca, son las imágenes más singulares del conjunto monástico.
El campanario fue construido por Gonzalo de Penalva en el siglo XV. Tras el arco de piedra unas escaleras permiten acceder a la espadaña ya sin campanas
Estas son las vistas desde lo alto de la torre.
Sigo caminito y llego a los Cañones del Sil navegables. Es invierno y no están abiertas las navieras 🙁 . Aún así, disfruté de unos reflejos espectaculares en el río.
El monasterio benedictino de Santa Cristina de Ribas de Sil es un conjunto monacal católico, ya en desuso, situado en el municipio orensano de Parada de Sil, nos recibe en el castañar de Merilán.
Su templo, que es uno de los mejores ejemplos del románico rural gallego, se realizó entre los siglos XII y XIII.
Está formado por el templo románico y una serie de dependencias distribuidas en dos corredores cubiertos, en torno al patio claustral.
En todo el paseo por la Ribeira Sacra, hay muchos miradores que nos permiten observar el Sil desde las alturas.
Se va poniendo el sol cuando llegamo a Castrol Caldelas, pero aún así nos da tiempo a visitar su castillo medieval y las impresionantes vistas desde él.
Este castillo se encuentra en la zona alta del casco histórico, y fue construido en el siglo XIV con funciones defensivas, aunque reformado en el XVI para convertirlo en residencia de la alta nobleza, añadiéndosele un palacio en el ala derecha. Está rodeado de una doble muralla de gran anchura con saeteras y troneras, la interior está rematada con almenas, y en la exterior se encuentran adosados tres torreones de planta cuadrada, de las que se conservan la torre del reloj y la torre del homenaje. Esta última defendía la puerta principal, y tiene un mirador en la parte superior.
Y ya sabes :
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