LA SUPERCOPA SE QUEDA EN VALLADOLID

LA SUPERCOPA SE QUEDA EN VALLADOLID. El CPLV se alza con su segunda Supercopa.

El cuadro vallisoletano remontó en dos ocasiones ante un combativo Espanya (4-2) pero acabó haciéndose con el primer título de la temporada en un lleno Canterac.

El CPLV ya tiene la segunda Supercopa de España en su poder. De nuevo, ante Espanya, aunque esta vez en su casa, en un Canterac en el que la afición respondió con creces, llenando el pabellón. Y de nuevo con sufrimiento y teniendo que remontar en dos ocasiones a un conjunto que se puso por delante con el 0-1 y el 1-2 pero que acabó sucumbiendo ante el poderío físico de los pucelanos.

La final no comenzó como al CPLV le hubiese gustado, ya que al minuto y medio de juego, el Espanya se puso por delante por medio de su mejor anotador, Charles Baldwin. Un error en defensa, con resbalón incluido de Krogman, dejó al norteamericano solo ante Jerry Kaukinen, batiendo al portero por abajo. El 0-1 no cambió el guion que se esperaba de salida, con los vallisoletanos lanzados a por la portería y los mallorquines buscando el error para tratar de ampliar la renta.

El cuadro de Ángel Ruiz comenzó a rondar el empate, pese a que Kaukinen se tuvo que lucir en otro mano a mano con Baldwin. Lo hizo con rápidas acciones y buscando mucho lanzamiento lejano. Precisamente en uno de ellos, en el minuto, llegó el 1-1, obra de Marcos Pérez. A partir de ahí el encuentro entró en un periodo de descontrol, lógico en este inicio de año, casi aún en pretemporada y en fase de acoplamiento. El CPLV lo siguió intentando pero se topó con Gabriel Mora, mientras que el Espanya buscó más el control del disco sin apenas arriesgar.

Así que todo se decidió tras el descanso. Nada más salir de él, de nuevo golpeó el Espanya, en una recuperación en defensa, que culminó de duro lanzamiento Borja García, que sorprendió por la izquierda a Kaukinen. Habían pasado dos minutos y medio, y tocaba de nuevo remontar. Y esta vez costó más. Porque Gabriel Mora paró casi todo lo que llegó a su portería. Casi todo, porque Olmo Ercilla encontró un hueco en su palo derecho para lograr el 2-2 a 14 minutos del final.

El gol dio paso a unos minutos en los que los mallorquines quisieron trabar el juego, con parones. El físico empezaba a jugar en su contra. Y en una acción desde atrás, el británico Nathan Finney encontró un hueco que parecía imposible para poner el 3-2 y al CPLV por primera vez por delante. Quedaban 8 minutos y un después, Kyle Novak hizo el definitivo 4-2. Definitivo pese a los intentos de Espanya, jugando con portero-jugador en los minutos finales.

El CPLV comenzó la temporada como acabó la última, con un título, en este caso el de la Supercopa en un Canterac lleno y con el concejal de Deportes, Alberto Bustos; el presidente de la Diputación, Conrado Íscar; el diputado de Deportes, Francisco Javier González; la directora general de Deportes de la Junta, María Perriño; y el presidente de la Federación Española de Patinaje, Carmelo Paniagua en el palco y entregando los trofeos.